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Hellín

Fin de semana de “La Paz”: Renovación, Paciencia y Esperanza

El último fin de semana de enero se conmemora el Día Internacional de la Paz, la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz vivió un fin de semana lleno de novedades, cambio de sus estatutos y grandes presentaciones en una Parroquia del Corazón de Jesús a rebosar de asistentes. El domingo su imagen titular se trasladó hasta la capilla de la residencia de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca.

El viernes, la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz celebró su primer cabildo para aprobar sus estatutos canónicos y convertirse en la Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y María Santísima de la Paz.

El sábado tuvo lugar la veneración y el besamano a la imagen de María Santísima de la Paz en la Parroquia del Corazón de Jesús, donde Televisión Hellín, por medio de Esperanza Sagredo, encendió una de las velas que acompañaron a la imagen junto a la otra que encendió Sergio Marín, alcalde de Letur.

Un día muy especial para nuestro medio de Comunicación, Televisión Hellín, reconocido por la Cofradía por la difusión de la información y sobre todo por la difusión de la Semana Santa y llegar a todos los hogares con una labor de servicio y dedicación por nuestra ciudad.

En el caso de Letur el reconocimiento fue al esfuerzo colectivo de los vecinos, servicios de emergencia y los voluntarios que trabajaron y trabajan incansablemente en las labores de rescate y reconstrucción del pueblo de LETUR, además de un símbolo de esperanza.

Este año Francisco Muñoz ha sido quien ha merecido la distinción más importante que da este colectivo que es el recibir el pañuelo de 2025 de María Santísima de la Paz.

Aquí dieron a conocer su nuevo escudo, obra de Curro Claros, y el boceto de la imagen del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia de Hellín acuñado por prestigioso escultor malagueño, José María Ruiz Montes, que está en las calles de la ciudad en 2028.

BOCETO DE JOSÉ MARÍA RUIZ MONTES

En la imagen, se advierte que nos encontraremos ante una imagen extraordinariamente bella. Pero el autor no se queda ahí e infiere el misticismo planteando el cuerpo con las manos entrelazadas y una vista enfocada al cielo, en actitud de plegaria hacia el Padre. Su mirada es sufriente, pero sumisa al destino. Se encuentra en soledad, en los momentos previos a la crucifixión, con la rodilla izquierda apoyada en una roca, implicando el sentido de Cristo como piedra angular. Cerca destaca una calavera en clara alusión al Gólgotha, de la que alegóricamente nace la vida en forma de rosas. El cáliz que acompañará al Señor hace referencia a la mezcla de vino con hiel que le dieron a probar, pero no quiso beber.

De su torso se va desprendiendo la túnica que aquellos que lo crucificaron echaron a suertes, hecho simbolizado en dos dados. Será de color granate e irá igualmente tallada, y el cíngulo que lo apresa aportará a la imagen un movimiento cadencioso a su paso por las calles de Hellín.

La búsqueda del escultor ha sido concienzuda. La apuesta es fuerte, se ha elegido a un grande a quien los eruditos colocan ya en la cumbre. Comparan su obra a la del Cachorro, a la de ese Cristo que nunca ha visto ni Sevilla ni Triana; y su talento, al de Martínez Montañés. José María Ruiz Montes.

EL NUEVO ESCUDO DE LA COFRADÍA

Francisco de Asís Claros, más conocido como Curro Claros, el afamado dibujante y proyectista y asesor artístico de hermandades tan importantes como la Hermandad del Rocío (filial de Almonte) y la cofradía del Rocío Coronada (la Novia de Málaga) de la cual es su vestidor. Claros ha sido el autor del nuevo escudo de la Cofradía de la Paz.

El nuevo escudo define las dos advocaciones a las que la Cofradía promulga la fe, la del Cristo de la humildad y Paciencia y María Santísima de la Paz que se representan sobre el escudo de la ciudad de Hellín.

La definición heráldica es la siguiente:

Sobre un manto real en gules, forrado de armiño, y con borlas en oro, luce como pabellón una corona real cerrada en oro. En los flancos lleva acoladas dos cartelas ovaladas, sumadas con sendas coronas reales, en oro, las dos en campo de azur ; en la diestra se contiene la alegoría cristífera del despojo y sorteo de las vestiduras del Señor, en plata, con los dos dados, cáliz y cíngulo en oro (Mt 27, 33-36) ; y, en la siniestra, sobre el anagrama de María Virgen la paloma en plata, con pico y patas en oro, llevando en su pico una rama de olivo, en sinople, como alegoría de la Madre del Príncipe de la Paz (Mt, 1, 23; Is 7, 14 y 9, 5). Ambas sostenidas por dos querubines, en plata, con alas y paño de pureza o perizonium torsionado en oro.

En jefe, entre ambas cartelas, un corazón flamígero en gules, circundado por una corona de espinas y sumado con una cruz en sable, sobre llamas en gules y oro. Y, en punta, entre ambas cartelas, el escudo de la ciudad de Hellín timbrado con corona real abierta.

TRASLADO DE MARÍA SANTÍSIMA DE LA PAZ

El domingo los Pequeños Costaleros portaron la imagen de María Santísima de la Paz hasta la residencia de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, “Dalila”, donde será venerada durante un mes hasta que se traslade a la residencia de mayores de “Las Hazas”.

Terminará este periodo a finales de marzo cuando volverá al Museo de Semana Santa y Tamborada Rafael Sánchez Hortelano para prepararse antes de desfilar por la ciudad en la procesión infantil el domingo 6 de abril.

En conclusión, este fin de semana no solo ha sido una celebración del Día Internacional de la Paz sino también un renacer para la Cofradía. Con nuevos estatutos, reconocimientos significativos y obras artísticas que reflejan su historia y fe. “La Paz” de donde vienen es su guía para desarrollar todos los preoyectos del futuro que conseguirán trabajando con “Humildad y Paciencia”.

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